25 sept 2008

Max Ernst (el ángel del hogar) y (el ojo del silencio)



Sobre la imagen de la abajo (Max Ernst, El ojo del silencio (1943-1944) comenta Victoria Cirlot: "se observa un paisaje poblado de ojos, un paisaje que es contemplante y contemplado a un tiempo, en una anulación entre sujeto y objeto, y que parece responder al célebre aserto plotiniano de "el ojo no podría ver el sol si no fuese en cierto modo el sol" (o. c. 102). Los poetas músicos y pintores nos orientan en este camino del silencio en el que los místicos se zambullen en una experiencia hasta cierto punto inefable (Eckhart, Budismo Zen ...)

Biografía:

Artista alemán nacionalizado francés que fue una figura fundamental tanto en el movimiento dadá como en el surrealismo. Se caracterizó por la utilización de una extraordinaria diversidad de técnicas, estilos y materiales. Nacido en Brühl, en 1891 ingresó en la Universidad de Bonn donde estudió filosofía y psiquiatría. Se alistó en el ejército alemán durante la I Guerra Mundial. Cuando Ernst dejó el ejército ya había surgido en Suiza el movimiento dadá, atraído por la revolución dadaísta contra lo convencional, Ernst se instaló en Colonia y comenzó a trabajar en el collage. En 1922 se trasladó a vivir a París, donde comenzó a pintar obras surrealistas en las que figuras humanas de gran solemnidad y criaturas fantásticas habitan espacios renacentistas realizados con detallada precisión L eléphant célèbes (1921, Tate Gallery, Londres). En 1925 inventó el frottage (que transfiere al papel o al lienzo la superficie de un objeto con la ayuda de un sombreado a lápiz), más tarde experimentó con el grattage (técnica por la que se raspan o graban los pigmentos ya secos sobre un lienzo o tabla de madera). Ernst fue encarcelado tras la invasión de Francia por los alemanes durante la II Guerra Mundial, en la prisión trabajó en la decalcomanía, técnica para transferir al cristal o al metal pinturas realizadas sobre un papel especialmente preparado. En 1941 emigró a Estados Unidos con la ayuda de Peggy Guggenheim, que se convertiría en su tercera esposa en 1942. En 1953 regresó a Francia y a partir de entonces sus obras gozaron de una notable revalorización. A lo largo de su variada carrera artística, Ernst se caracterizó por ser un experimentador infatigable. En todas sus obras buscaba los medios ideales para expresar, en dos o tres dimensiones, el mundo extradimensional de los sueños y la imaginación.

2 comentarios:

Té Verde dijo...

increibles las imágenes de este Ernst... son sueños. Imágenes oníricas.
Me gustan esos colores verdes en el segundo cuadro.
Voy a buscar más cosas de él.

Laura dijo...

Son increíbles!!!
Te perdiste la proyección de imágenes!!!!!!!
Besos